miércoles, 16 de julio de 2014

Capítulo IV de Re de Los Siglos

Como te iba relatando mi querido amigo, subí al campanario para recibir el Don Oscuro, y desde ese momento me propuse alimentarme solo del malvado, y algunos, si era necesario, hacerles ver con mi poder como pasaban por sus crueles mentes, todas sus maldades mientras morían… También para que mi cuerpo no quedara siempre como el de una niña, y poder tener en un futuro una vida de adulto, me dio una pócima amarga como la hiel, pero al tomarla durante tres noches seguidas, eso permitía que mi cuerpo siguiera su trayectoria natural en ese sentido y pudiera crecer.

Me dijo mi amigo Leoncio, que a parte de lo que me había contado de la Reina, también debía saber lo que él aprendió con el paso del tiempo, y es que nunca debería beber la última gota de sangre de cualquiera que fuera mi víctima, ya que me  envenenaría y moriría con él o ella, claro está.


Antes de empezar a sentir como mi cuerpo moría por dentro, aunque esté mal decirlo, yo ya sabía quien sería mi primera victima… , que ganas tenia de que llegara el momento de quitarle la vida y hacerle retorcer de dolor por todo lo que hizo, era tanta la alegría que ese pensamiento me embargaba,  tuve las convulsiones normales de cuando un cuerpo muere pero no sentí esos retortijones de dolor pues sentía la alegría de pensar en dar muerte a mi primera víctima. Y permíteme añadir, que antes de todo el ritual, me permití comer lo que iba a ser mi último bocadillo de chorizo.

Ya que Leoncio me había creado no podría leer en mi mente, cosa que agradecí aunque no sé si antes de convertirme en uno de los suyos, se había atrevido a hacerlo, yo no quería que él pensara que todo mi afán en convertirme en vampiro, era por dar muerte a la guarra en la que estaba pensando, y ya que tenia yo una mente tan prodigiosa, intente guardar mi secreto para que no lo conociera. 
Un día después de muchos años me lo encontré por las calles de Paris y le pregunté porque me había elegido a mí, y sé que mi pregunta le sorprendió, ya que pasaron unos minutos hasta que obtuve una respuesta; me dijo que lo había hecho (elegirme) por que sabia lo que quería a mi padre y como me sentía ahora que no estaba, así que como siempre desde pequeña le había demostrado que era una persona reservada y prudente, dijo que era la mejor cualidad que se podía tener para recibir el Don Oscuro. Y yo, lo tenía.
Más tarde me enteré que esa no era toda la verdad, pero en ese momento, me conforme con lo que me dijo.

La primera de mis victimas te puedes imaginar quien fue, la sangrona de llamemosla Antonia, por poner un nombre, que no era ese su nombre real, creo que en vez de haberla dejado tan solo con una gota de sangre, muerta, pero con una gota de sangre, tenía que haber utilizado otro método para terminar con ella, retorcerle el cuello o tirarle a un coche hubiera bastado para esa vieja asquerosa hubiera dejado de hacer el mal, pero de esta manera, el camino al infierno iba a ser mas directo y para ella, que al fin y al cabo era de lo que se trataba, más doloroso. Con su sangre me quede igual que el que tiene tos y se rasca la barriga, es decir, tenia más hambre que como se dice por aquí que los pavos de Manolo; me hubiera comido… Mm.… No sé, una cebra, si, una cebra porque la sangre de la vieja me había dejado más hambrienta.
Pienso ahora en la película del rey león, con la que me siento muy identificada, y al pensar en comerme una cebra, también podría decirte que me comería un ñu o un antílope.

Busqué otra de mis victimas y… bueno, aunque en el pueblo bajo mi punto de vista había quien no debía  vivir, yo no era quien para juzgar la vida de los demás así que, como no eran tan malos como para merecer la muerte de mis manos, o colmillos, mejor dicho, me aleje como el que ha cometido el mayor atentado de su vida, fui a buscar a mi siguiente victima a Villafruela del Condado, a unos 8 Km. de mi pueblo, leí en la mente de los que había en ese momento en el pueblo y no encontré lo que iba buscando… ¿donde andaría? O quizás… ¿seria verdad que lo que me contaron salió de la boca de otra persona o salió simplemente de la que me lo contó? Ahora con el Don de la Mente, pensé, seria algo sencillo de adivinar, solo tenia que ir en busca de la que me lo contó…

Mientras leía en la mente de la gente de ese pueblo, bastante burdos todo sea dicho de paso, me entere que ella ya no iba por allí porque los padres le habían echado de casa, así que con un pequeño impulso me coloqué en León en menos de un minuto, pero había un problema, estaba a punto de amanecer y según me había dicho Leoncio tenia que resguardarme.

Llegué a mi casa de León, donde sabía que no había nadie, para resguardarme de la luz del sol, me guarde en el cuarto que da al patio grande y bajé las persianas para que no entrara el más  mínimo resquicio de luz, esa luz, que desearía volver a ver, volver a mirar el sol, y sentir ese calor que ayuda a mantener al mundo con vida, ayuda a las flores a nacer y a crecer (aunque por un corto periodo de tiempo, pero al fin de cuentas las ayuda). Ese día tarde en dormirme más de lo habitual, estaba preocupada por si tenía que beber la sangre de mi siguiente victima, y ésta, estaba envenenada, la verdad es que perseguía al malvado, siempre quise ser policía, pero no me gustaba que los que fueran malvados, fueran los que yo había conocido en vida, me daba cierto reparo "hincarles el diente", mas que nada, por que me daban asco, pero me había hecho una promesa, y tenía que cumplirla…

Al fin acogí el sueño y antes de darme cuenta, ya había empezado a atardecer, así que me levante y comencé a prepararme.

 Hacía años que no me ponía un vestido, y hoy decidí ponerme un vestido que tenía guardado para ocasiones especiales en mi vida, y como seguramente no lo volvería a utilizarlo más, me pareció un momento oportuno.

Como te decía, me preparé, me puse color en la cara, unos guantes, un abrigo negro y mis botas, y para  no levantar sospechas, salí del edificio como cualquier otro mortal en busca de mi presa… Ahora lo puedo escribir asi pero para ser sincera tampoco conocía todos los poderes que podía utilizar, no sabía tampoco como hacerlo, y que bobadas, tampoco es que me hubiera creido a pies juntillas lo que Leoncio me había dicho por que a veces los hombres son algo exagerados ¿no es cierto?.

La encontré en el Toisón como era su costumbre buscando algún hombre al que engañar de la manera que fuera posible, iba vestida como la más burda de las rameras ¡¡aghhh!!! Como me repateaba esa tía, pero bueno, hice gala de mi educación y no la rompí el cuello delante de todos los presentes, cuando me vio se asustó porque por motivos que ahora no vienen a cuento, me debía dinero y creyó que iba a pedírselo, y el dinero me daba igual, yo era inmensamente rica y por 5000 ducados no me iban a solucionar nada; la engañé y usando lo que durante tanto tiempo había usado ella para engañar a los que robaba, le leí su mente y le dije mentiras, por lo cual ella salió del Toisón para ir en busca de Juan. Jajaja, ¡¡qué ingenua!!

Salí tras ella, le agarré por el cuello, (aunque antes me aseguré de que no me viera nadie) y le pregunté sin más rodeos:
-¿Quién te dijo que mi padre había sido asesinado por un familiar?
Ella se puso a temblar y en esos momentos me di cuenta de que nadie había dicho eso antes que ella, que había sido inventado por ella con el fin de engañarme como hacia con todo el que se cruzaba en su camino.
-Pues… pues…
-¡¡Dilo sabandija inmunda!! Atrévete a reconocer que eres un gusano vil
Intentó zafarse de mis manos pero no le fue posible, lo único que consiguió fue que yo apretara más fuerte.
-Pues… pues… ya te dije en su día que fue uno de Villafruela
-Dime nombres
-No, no puedo
-¿Qué no puedes? ¿Quieres que te demuestre yo si puedes?

Discutimos acaloradamente durante minutos, o quizás horas, yo ya había leído su mente y sabía que había sido ella, lo había hecho, porque si provocaba en mí la ira, seguramente echaría a ese familiar a la calle, no habría quien trabajara en mis tierras y ella podría comprarlas a un bajo precio. Lo de esta mujer eran todo estrategias para hundir a los que teníamos el disgusto de conocerla; después de ese tiempo, me cansé de esperar y la sed de sangre iba a empezar a no dejarme pensar con claridad así que lo mejor era decirle su último adiós…

La clavé los colmillos en su yugular dejando que la mitad de ella se desangrara, vi que en su mente aparecía todo lo que había hecho en su vida, y lo triste es que lo único a lo que se dedicó fue a robar y a engañar.
Dejaba una hija en este mundo y había tenído una buena maestra para seguir con la tradición, ¡ay! Desde luego que coraje siento aún cuando pienso en esas dos arpías con las que tuve el disgusto de encontrarme en la vida, pero bueno, ya me había librado de la sangrona de la que he llamado Antonia y de la cacho zorra de Rosario.
 
Yo no me sentía a gusto con el vestido como te puedes imaginar así que decidí volver a casa para cambiarme de ropa, esta vez opté por un pantalón vaquero que para “cazar” era lo más cómodo que había en esa época. Y salí en busca del delincuente, además como todos los vampiros neófitos al principio siempre sueles mancharte algo con la sangre de tus victimas y oye… pues muy decoroso no es que quedara ¿no te parece?.

La encontraron desangrada y como no se sabía quién la había matado, un anónimo de agradecimiento salió al día siguiente en la prensa.


…Cien años después…

Mientras paseaba por el húmedo como otro mortal más, note que otro bebedor de sangre me seguía pero no se atrevía a acercarse del todo a mí. Por medio del Don de la Mente, le dije que me dejara en paz, que deseaba estar sola y si se acercaba a mí lo abrasaría con el don del fuego que me había sido entregado hacia menos de un año.
Aún no lo dominaba bien, pero el otro bebedor de sangre  no tenía por que saberlo así que se lo transmití. Se detuvo unos pasos, pero luego siguió y me llamó por mi nombre, un nombre que hacía más de cien años que nadie me llamaba así.


No le di más importancia y continué mi camino; pero ese día cuando me eché en la cama, no podía dejar de darle vueltas a quién sería ese bebedor de sangre que conocía mi nombre…, mi verdadero nombre y me había interrumpido en mi paseo...

2 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Jajaja eso es lo que pretendo.... para que haya necesidad de continuar leyendo :-)
      has votado en la encuesta de la derecha?

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