Ese día que me
desperté y preparé todo para regresar a casa.
Tenía la ropa
revuelta por el armario como de costumbre, hoy en día sigo así de desordenada,
aunque de vez en cuando me da por sacar todo y colocarlo de nuevo.
Cogí mis trajes de Armani que era uno
de mis diseñadores preferidos y los guarde con sumo cuidado en la maleta, esta
vez no me había puesto ninguno y estaban recien traidos de la lavandería. Metí
las botas y los zapatos en sus cajas y las coloque por los lados para que no
aplastaran la ropa, y por ultimo coloqué el resto de la ropa que tenía por
alli. Me enfundé en unos vaqueros grises y una t-shit blanca, un collar de
cuero, con mi amuleto de la suerte y unas botas de piel de cocodrilo teñidas en
negro.
Llamé al servicio de
habitaciones para que metieran todo dentro de mi carruaje y asi dejarlo todo
preparado.