CAPÍTULO 12
Después de haber hecho que los seguidores de satanás pasaran a mejor vida, me seguí dedicando a estar con mi pupilo preferido,
seguir hablándole de mi vida como inmortal y seguí sus pasos en el mundo de la
ciencia muy orgullosa de lo que había hecho por su educación.
Un día llevó a una amiga a casa para
presentármela y que yo le diera el visto bueno si era lo que me parecía, la
mire de arriba a bajo y no pude evitar la tentación de leer su mente, se
llamaba Rocío y era una chica… ¿Cómo te diría yo?, mmm… carente de todo tipo de
cosas buenas, y esperé un tiempo razonable para poner a Javi sobre aviso.