Fui algunos días al
gimnasio por las tardes, pero no me gustó, con el paso del tiempo como ya te
comenté anteriormente, se ganan poderes y yo podía hacer una vida prácticamente
normal, compré unas lentillas para los ojos, probé con todos los colores, pero
decidí quedarme con el verde, me gustaba el negro, pero se notaba mucho que
eran lentillas debido a la iridiscencia de mis ojos, por eso el más disimulado
era el verde.
Todo
esto viene para decirte que la luz del sol ya no me molestaba, ni podía hacerme
ningún daño, ni tan siquiera cuando más calentaba el sol, y por ese motivo en
alguna ocasión me fui alguna tarde al gimnasio.