domingo, 19 de octubre de 2014

Capitulo 10

Me senté en la orilla del río y esperé a que amaneciera, empezó a salir el sol, si este fuese mi último amanecer, el sol saldría para mí y me apartaría de este mundo para siempre. Estaba tranquila, y decidida a esperar. Al cabo de unos minutos, no sabría decirte cuanto, empecé a sentir calor, que se fue intensificando cada vez más, no sé cuando pero me tumbé en el suelo y note como el calor y el dolor me elevaban en el aire, y note como que todo mi cuerpo explotaba, y perdí la noción del tiempo.

         Por mi mente pasaban los momentos más entrañables de mi vida, cuando hacía la instrucción con mi padre y los amiguines de la infancia, cuando mi padre tenía que atender a algún cliente y se despistaba y no se acordaba de decir eso de: _media vuelta, AR_ y nosotros seguíamos cargados con las pistolas y escopetas por el camino en dirección a devesa… Un día, me vino a la memoria también que dos de nosotros avisamos al resto _media vuelta, media vuelta_ pero como no era la voz de mi padre  no nos hacían ni caso.

También, me pasó cuando nos tirabamos de cabeza al serrín desde los castillos y todos los juegos que hacíamos de pequeños. Mis viajes por el mundo adelante pasaron más como un flash que como un recuerdo… había llegado mi final.