jueves, 18 de diciembre de 2014

Capitulo 12

CAPÍTULO 12

         Después de haber hecho que los seguidores de satanás pasaran a mejor vida, me seguí dedicando a estar con mi pupilo preferido, seguir hablándole de mi vida como inmortal y seguí sus pasos en el mundo de la ciencia muy orgullosa de lo que había hecho por su educación.

         Un día llevó a una amiga a casa para presentármela y que yo le diera el visto bueno si era lo que me parecía, la mire de arriba a bajo y no pude evitar la tentación de leer su mente, se llamaba Rocío y era una chica… ¿Cómo te diría yo?, mmm… carente de todo tipo de cosas buenas, y esperé un tiempo razonable para poner a Javi sobre aviso.


Por supuesto ella no tenía ni idea de lo que yo era, y pretendía hacerse pasar por mi amiga, cuando estaba delante, y luego, cuando yo no estaba presente, le hablaba mal de mí a Javi, yo no quería decir nada, deseaba que el se diera cuenta por si mismo de lo que era y pretendía esa mujer, pero el estaba “ciego” y no me quedo más remedio, cuando la cosa se puso chunga, que abrirle un poquito los ojos.

Yo no quería entrometerme en su vida pero no me quedaba más remedio, y tenía que hablar, así que esperé a que viniera a casa para hablar con él, aunque para serte sincera, sin mucha esperanza de que me fuera a hacer caso, pues se le notaba enamorado.

         _ Javi, tengo que hablarte
         _ Si, dime
         _ Es sobre… sobre… ¿Cómo te lo digo? Es sobre Rocío
         _ ¿Qué le pasa? ¿Ha pasado algo?
         _ No, no te asustes, no ha pasado nada, pero quisiera advertirte antes de que fuera tarde, tu sabes que yo puedo leer en la mente de las personas, intente evitarlo pero no pude, había algo en esa chica que no me terminaba de gustar, y lo hice, y no me gustó  nada lo que vi, lo siento
         _ Pero ¿qué es lo que viste?
         _ Pues vi que no tiene buen corazón y te quiere solo por tu dinero, así que no te quiere, te utiliza.

Se quedó mirándome durante unos minutos, sin decir nada, y se le cayeron las lágrimas

         _ No quisiera hacerte daño mi niño, de verdad que  no, pero tenía que decírtelo, si quieres seguir con ella, lo comprenderé, pero me gustaría que al menos durante unas horas meditaras mi opinión.

Se fue sin ni siquiera despedirse, le había hecho daño, y yo lo sabía que iba a pasar, aunque no fuera esa mi intención, solo quería abrirle los ojos un poquito. Estuvo más de tres días sin dirigirme la palabra, yo me moría de pena por dentro pero no dije nada, hasta que por fin explotó.

         _Mira Ta, sé que estás celosa porque estoy con Rocío, y por el motivo que sea ella no te cae bien, pero creo que a quien tiene que caerme bien es a mí y no a ti, ¿es cierto?
         _ Si Javi, es cierto, tienes razón
         _ Bueno, pues quiero que sepas que voy a seguir con ella, te pongas como te pongas y no me hagas escoger entre ella y tu porque no sabría que hacer, pero a lo mejor sales perdiendo tu, eres un monstruo, te las das de humana pero no tienes corazón, a veces no se si tendrás alma, perdona que te diga esto pero es lo que pienso y estoy furioso.
         _ Lo entiendo, no te preocupes, cogeré mis cosas y te dejaré esta casa para ti, y un dinero hasta que te saques las oposiciones que no te falte de nada, y no me volverás a ver, no te preocupes
         _ No, no tienes por que irte tú de tu casa, lo haré yo

Estaba llorando como nunca antes le había visto llorar así, pero cogió una maleta con sus cosas y se fue.

         Me quede allí con ganas de gritar, pero no lo hice, tampoco lloré ni rompí nada, era tanta la pena que sentía en lo que yo siempre había llamado “mi corazón” que no pude moverme del sitio durante horas.
Es que no te puedes ni imaginar la rabia que me da de la gente que se aprovecha de los demás y encima, tiene el santo morro de ir de victima, es que no lo soporto, y si para más inri eso se lo hacen a alguien con el que me une algo o tengo un aprecio, entonces ya me enervo literalmente; y nunca, nunca hasta la fecha, y mira que soy vieja, me ha fallado mi intuición, jamás.

Salí a cazar, desesperada por lo que acababa de ocurrirme, uno de mis niños, me había dejado, me había abandonado, quizás para siempre…
Con la desesperación que tenía apenas tenia hambre pero debía de comer por que era muy importante para mi, así que, al primer desmandado que vi, le hinqué el diente y me alimente como hacia años que no hacia, solo que esta vez, ni me moleste en leer su mente, ni me moleste en traspasarle unas imágenes que viera lo que había hecho en su apestosa vida, me limité a alimentarme y a marcharme para casa, a esperar, a esperar… 
a nada, por que pasaron los días, y los meses, y no supe de Javi.

Sabia que estaba en León, por que aunque estuviera lejos, yo podía leer su mente y sabía que aun se acordaba de mí, cosa que en el fondo, me alegraba.

En uno de mis paseos note que alguien me miraba, y me era alguien familiar, aunque no sabía por que.

         En ese momento conocí a un vampiro neófito que me gustó su forma de ser a simple vista, pude leer en su mente y vi que era buena gente, le enseñé alguna cosa que desconocía, aunque era joven creo que su creador debería haberle enseñado, pero le habían creado como una venganza, sin su consentimiento, y lo único que conocía era que para sobrevivir, tenía que alimentarse de sangre y tenía que resguardarse de la luz del sol.

Él, se alimentaba de la sangre de animales, era a lo que se había acostumbrado, el problema es que con esa sangre solo sobrevives, no te aporta más poderes, así que yo le enseñé a alimentarse del delincuente; le lleve a mi casa, le deje que se aseara y le di ropa limpia y cobijo hasta que supo valerse por sí mismo.


         Una vez aprendió lo suficiente, lo mejor era que se fuera lejos de mi vida, yo no quería enamorarme, además yo me enamoraba de mortales ni de neófitos, era más real por aquel entonces; siempre creí que lo ideal sería enamorarse de un mortal y convertirlo, pero con éste, debido a la pena que me estaba atormentando, me hacía sentir como en un compromiso, tenía la necesidad de cuidar de alguien, de tener a alguien a mi lado… Pero cuando me dio el bajón y me di cuenta de que ya no me necesitaba, llegue a la mejor conclusión tomada por mi en aquel entonces, yo, había nacido para vagar sola por el mundo.  


No hay comentarios:

Publicar un comentario