Como ya era una
costumbre en mí, estuve caminando a la vera del río, era una mañana fresca y
también era bastante temprano, no había nadie a esas horas por la Candamia, no
me importaba, es más, con la cantidad de meteduras de pata que había tenido
últimamente, casi lo agradecía por si se me cruzaba el cable y cometía otra de
mis ya normales estupideces.
Estuve allí
unas 4 horas; quería dar tiempo a que mi amigo preparara todo a su gusto sin
interrupciones y que escribiera en su diario lo que había pasado, sabía que lo
haría pues su trabajo era estudiar a la gente “extraña” por llamarnos de alguna manera, como lo era yo.
Siempre
escribía en su diario lo acontecido, sé que de mi vida personal no daría cuanta
a la Orden MIM, pero para su estudio personal y poder llegar a un mejor
entendimiento, lo apuntaba todo.
La
verdad es que el pobre hombre fue a elegir a una persona bien rara para su
estudio, por lo que había leído de otras personas como yo, sé que al menos
había otras 4 mujeres a lo largo del mundo.
Una,
paso una larga época en España, y ahora desconozco su paradero, pero sé,
que no ha puesto fin a su vida, a no ser
que le haya matado alguno de nuestra especie, es una hija de los milenios y ella misma
no puede quitarse la vida.
Su
historia comienza en la antigua Roma, en uno de sus libros, nos cuenta su vida
de mortal, y como se convirtió en un vampiro, ella sabia que nuestros orígenes
se remontan a Caín, algunos de los nuestros son los llamados “caininos” pero yo
jamás he tenido un contacto directo con ellos, se que Mario pertenecía a esa
secta, pero a los hijos del milenio solo los conozco de nombre.
Yo
personalmente no comparto la teoría de los Caininos; mi creador y la gente con
la que tratamos directamente, nos alimentamos del delincuente, somos por así
llamarlo los “vampiros buenos” y la teoría de los caininos es alimentarse del
que pillen, se ríen de sus victimas…
En el
año 1789, cuando la revolución francesa, en nuestro submundo también se desató
una batalla entre los caininos y los que yo llamo los abelinos, que somos
nosotros, yo era muy joven y no participé, era una batalla más bien entre los
antiguos de nuestra especie.
Ellos
piensan que no puede existir un vampiro con sentimientos, que la gente debe
temerlos y van asustando a la sociedad; siempre suelen moverse en masas, pues no
evolucionan de la misma manera que nosotros; por ejemplo te diré que si yo con
200 años me llego a enfrentar con un cainino del milenio, tenía muchas
posibilidades de haber vencido, pues en nuestro corazón hay creencias y
sentimientos, que en muchas ocasiones eso te ayuda a vencer algún imprevisto.
El
enfrentamiento entre ellos y nosotros se originó por que por su culpa no
podemos revelar a la gente que somos o, como a algunos les gusta decir, quienes
somos.
Nosotros
tenemos una naturaleza buena, tenemos creencias, no tenemos por que hacer el
mal a nadie sin un por qué, y a ellos les da igual, no atienden a nada, y nuestro mayor problema era que la reina
estaba de su lado, era despiadada, ella misma mato a su compañero para
conseguir sus poderes, fue una época bastante fea para nuestros mayores, pero
supieron salir feliz y airosamente del paso.
Se
aliaron todos los abelinos para destruir a la reina, vino Thor que estaba
hibernado desde hacia mas de 600 años en el polo norte, y le comunicaron el
plan a través del don de la mente, no dudó tampoco en unirse Atenea que estaba
viviendo en Grecia y debido a sus milenios de vida no necesitaba alimentarse, y
se acercó para ayudar, Odin, Eolo y muchos más estaban de nuestra parte…
Atenea
fue la elegida por votación mayoritaria entre los mayores para ser la
representante, la ultima que bebería la sangre de la reina de los Caininos para
quedar como representante de los vampiros buenos, y los caininos que decidieran
cambiar, también serian bien admitidos.
Yo no
estuve en la batalla, como antes te comenté, pero antes de terminar con la vida
de Mario, pude leerlo en su mente.
Recordé esta historia mientras miraba
el agua correr y sentía el frío en mi cara, ya eran casi las 8, así que podía
ir encaminándome ya hacia en gimnasio, me apetecía entrenar y charlar un rato
con Emilio.
No se si
Emilio sospecharía de mi verdadera identidad, la verdad es que entrenando hacia
bastante el pato para no levantar ninguna sospecha, ya que yo no era capaz de
controlar del todo mis fuerzas, y lo mismo me mandaba saltar y sin darme cuenta
me mantenía suspendida en el aire, así que lo que tenía que entrenar más a
fondo era como podía pasar desapercibida.
Llegué
al gimnasio y hablé mucho rato con Emilio, y saque el tema de lo “oculto” a ver
que era lo que opinaba, le pregunté de las brujas y de los vampiros… creo que
es una persona a la que podría confiarle mi secreto, él y su mujer eran gente
guay, a ella casi no la veía pues iba a una hora diferente, pero era guay, eso
como tantas otras cosas se nota en la mirada, en la forma de estar y de hablar,
y siempre tenian ambos una palabra agradable.
Decidí
que tendría que esperar un poco antes de cascarlo, no por falta de confianza,
por supuesto que no, lo que pasa es que seguramente le iba a dar que pensar que
sin apenas conocerlo le cuento eso… no sé, igual piensan que les quiero morder,
y no es el caso. He de esperar para no alterarles, pues estoy segura que en un
principio se asustarían por la idea “errónea” que se ha dado de los vampiros en
películas, etc. Las películas están inspiradas en los caininos.
Bueno, estuve entrenando un ratillo en
el gimnasio y llegó la hora de regresar a casa, donde seguramente solo estarían
Elvis, mi canario; y Wuarren, mi cotorra…
Aún así, iba con la
ilusión de que mi amigo, se hubiera arrepentido, y se hubiera quedado.
Antes de entrar en casa, entré en un
bar para pedirme un café bien caliente, llenarme con el aroma y calentar mis
manos, fui donde la mamá de Sol que era la que hacía el mejor café del mundo, y
me pedí un café, muchas veces sentí la tentación de probarlo, por que con el
paso del tiempo el olor había veces que ya no era suficiente.
Quisiera aclararte que los vampiros
podemos beber y alimentarnos como las personas normales, lo que pasa, es que
debemos pasar un periodo de adaptación en el que vomitas, pues tu cuerpo no lo
tolera y dependiendo de tu edad de inmortal te cuesta más adaptarte o no; yo
había comenzado mi periodo de adaptación, pero aún no me atrevía a tomar nada
delante de mortales, pues no controlaba muy bien si esa vez me iban a dar las
convulsiones, o ya no.
Empecé
mi periodo pensando en el rico café, en su aroma, en el chorizo…
Como te estaba contando, me limité a
remover el café y llenarme con su olor, charle un ratito con Sol y su mami, y
me fui a casa.
No las conocía de
nada pero como iba tanto por allí, se convirtieron en buenas amigas
No
recordaba haber sentido la angustia que sentía en esos momentos, deseaba abrir
la puerta y encontrar allí a mi amigo, pero le conocía y sabía que eso no iba a
suceder, aunque hasta que no lo vi, no perdí por completo la esperanza, ya que
dicen que es lo último que se pierde, pues la dignidad no debería perderse
nunca; por eso como la dignidad no iba a perderla, lo único que me quedaba por
perder era la esperanza.
Había agotado con todos mis pensamientos,
pensando: puede que este por esto; pero seguramente que no este por esto otro…
Como seguramente te imagines, la casa
estaba vacía, solo Elvis y Warren le daban un aire de vida, y él, como supuse, se había ido, ya se
había marchado.
Me dejó una carta de despedida, la
cual me hizo llorar, pero en ella pude ver que siempre sería mi amigo, pasara
lo que pasara.
Él por sus estudios
sabía que yo no era un monstruo y que tenía sentimientos.
Todo le
llevaría algún tiempo asimilarlo, seguramente tenía cosas que pensar, así que
decidí no llamarle, dejar y dar tiempo al tiempo, él sabía donde encontrarme y
siempre estaría para él. Al menos yo era así, no sabía si él pensaría lo mismo;
y yo estaba algo dolida porque una vez más me di cuenta que los buenos amigos
están siempre que les necesitas, y en estos momentos yo sentía que no tenía
ninguno, y como escuché decir el otro día una frase muy sabia y que me llamo
mucho la atención, “tú no estuviste
cuando te necesité, pero para que veas como soy, cuando tú me necesites, allí
estaré” y así soy yo… como he oído decir últimamente “rara”.
Me quede dormida llorando y me
despertó el teléfono, era Javi para decirme que iba a cenar.
Yo me
había olvidado de llamar al catering para confirmar el pedido así que no me
quedó otro remedio que ponerme a cocinar, fue una experiencia bien bonita, me
gustó aunque no te puedo decir como me quedo la comida, no la pude probar… pero
olía a gloria.
Hablamos toda la noche, se me pasó el
tiempo prácticamente volando, conversamos animosamente, creo que sin rencillas,
y me contó lo que había sucedido con Rocío.
Llamamos juntos a su
hermano, recordamos viejos tiempos…
No podía quitarme de la cabeza lo que
había sucedido con mi último amigo de la orden MIM, antes de venir ya debía saber que yo era así, que
para alimentarme solía matar a mis victimas y que en el fondo fui humana y
también tengo mis errores; no entendía nada; no se si aunque me hubiera dejado
esa carta, de verdad sería mi amigo, yo tenía ya muchos espolones como para
fiarme del primero que pasara, y aún así, siempre en algún momento me volvía a
confiar, ya digo yo que no es que sea rara, lo que soy es tonta.
Pero
bueno, a lo que íbamos, que me sentía dolida y esperaba que no me traicionase contando a la orden MIM
todo lo que sabía; aunque aquí yo estoy segura que si me traicionaba en este
sentido, se iba a enterar de lo que vale un peine, puesto que no pensaba en
volverme a dejar traicionar, a parte de el se iba a enterar toda la orden
cuando olieran a pollo quemado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario