Con el avance de la
ciencia, y los teléfonos móviles, me mandaba mensajes con Miguel, ¿Os acordais, mi amigo del la orden MIM?
Él seguía con
sus estudios de vampiros y de brujas, y ahora se dedicaba más a las brujas;
pero de vez en cuando, me mandaba cartas con el sello de La Orden MIM, para que
los otros superiores de la orden no las abrieran y fueran leídas. Siempre que
una carta salía con ese sello nadie se atrevía a abrirla, puesto que pensaban
que era algo oficial, en cambio si mandara una carta con un sobre normal, yo
estoy más que segura que lo sabían más de 30 por el camino lo que había
escrito, asi que ,usaba los sobres y los sellos de la orden.
Él mantenía en secreto que me había
conocido personalmente, pues estaba prohibido en La Orden; si se iba a conocer
a alguno de nosotros, tenían que ir no menos de tres personas juntas y él, en
ese sentido, había roto las reglas.
Por razones que no vienen a cuento,
como muchas veces digo, me enteré que durante uno de sus estudios a las brujas
del flamenco, había una, la más joven, que se enamoraron y ella le dio algunas
pócimas para sacarle cierta información, a ella la introdujo dentro de la orden, pues casi toda su familia había fallecido, y como ella tenía unos poderes
sobrenaturales, querían que trabajara para la MIM.
Ella quería conocer todo lo que se
supiera a cerca de su familia y de Maria la flaca que se suponía que era el
verdadero nombre de su madre; como Miguel no podía facilitarle esa información
confidencial, ella uso las pócimas para hacerle soltar la lengua.
Esto
también se supone que es algo secreto y nadie lo sabe, pero en algunas
ocasiones, bueno, siempre que quiero, puedo enterarme de todo; y con eso podría
escribir un libro a parte, pero no es de lo que se trata, pero quería hacerlo
constar aquí, por si alguien pretende ocultarme algo, que sepa que no va a ser
posible…
Algún miembro de la MIM también se
entero de esto que acabo de comentarte, y le tenían un poquillo controlado, por
eso siempre le cogían las cartas para ver que tipo de información era la que en
ellas pasaba, y por eso también, algunas veces me mandaba las cartas con el
sello de la orden.
Al principio hablábamos por teléfono
pero como todas las cosas todo cambia, y eso también cambió, aunque no por eso,
de momento no habíamos dejado de comunicarnos, yo empecé a sospechar que algo
raro estaba pasando, dudaba entre dos cosas, y aunque me descartaba más por una
que por la otra, decidí esperar a que el tiempo me diera la respuesta.
Yo tenía
una tía, que siempre decía, que no preguntes que el tiempo te lo dirá… Y así lo
hice, no pregunté pero cambie de actitud, y el tiempo me contestó.
Cuando nos comunicábamos, aunque fuera
solo por mensajes, uno se entera de muchas cosas y aunque directamente no me lo
comentó, y no sé por que, pero no me lo comentó, me enteré que los mas viejos de la orden, le
habían pillado una carta que yo le había escrito, era en un latín antiguo y en
esta época, la gente que conocía el latín era el moderno que se enseñaba en las
escuelas o en los institutos, pero poca gente conocía a la perfección el
antiguo a no ser que fuera de la orden.
Rápidamente
supusieron que de la orden no era, así que tendría que ser uno de los nuestros,
algún vampiro, y en realidad así era,
pero como yo sabía que esto en algún momento podía suceder, lo tenía todo
preparado y tampoco le comente a Miguel mi decisión ya que, o me dejaba de
hablar definitivamente si se lo decía, o bien, intentaría convencerme para que
no lo hiciera, y como yo ya había tomado mi propia decisión, decidí no
comentarlo con nadie, y una vez hecho, no habría nada que hacer.
Seguí dándole vueltas a mi plan para
que resultara perfecto, y decidí que cuando lo tuviera todo bien planeado haría
un viajecito a Cádiz.
A todo esto yo seguía reuniéndome con
los eruditos y participando en las reuniones de la gente importante de la
época, y preparando todo para que cuando José viniera a León, estuviera todo
bajo control.
En uno de los viajes de José a España
desde Michigan, vino con su novia para presentárnosla, era una chica de
Córdoba, con la que había coincidido allí trabajando en el laboratorio de la
universidad, era una chica morena, con los ojos verdes pero algo bajita, lo mío
era sacar pegas a todo, ¡¡desde luego!! Pero no, esta vez no iba a decir nada,
no quería meter la pata.
La chica parecía como que nos
conociera de toda la vida, no sé si ella supiese mi secreto, y no quise leer su
mente, pues así había empezado todo con Javi y Rocío, así que tenía que jugar
con la misma desventaja con la que jugaban los mortales; me costo muchísimo
trabajo aguantarme pero al final lo soporté.
Cenamos con Javi, y en vez de cocinar
yo, esta vez les invité a un restaurante donde me habían comentado que los
sábados había junto con la cena, un espectáculo de Dark Queen divertidísimo, a
mí me encantaban ese tipo de espectáculos y ellos lo desconocían, así que allí
nos presentamos.
Fueron
más de tres horas sin parar de reír, y la cena según dicen, estaba buenísima.
Todavía
no me atrevía a comer delante de mortales, y menos en un restaurante; la novia
de José, me preguntó que por que no
había probado bocado y le dije que quería hacer una dieta, y parece que coló, y
eso que no utilicé mis dotes persuasivas.
Si algún
día tienes la oportunidad, ve a cenar a este restaurante, que esta cerquita de
la Catedral, ya verás que te diviertes.
A la novia de José
le encantó, y a ellos dos también. Nos fuimos para casa a las 4 de la mañana, y
se nos pasó el tiempo volando.
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